miércoles, 9 de octubre de 2013

Ecodiseño

Seguimos con nuestra experiencia en Greencities. Esta vez queremos hablar de ecodiseño y lo hacemos a través de la ponencia de Amaia Celaya, arquitecta en Abar Arquitectos.


En su charla, Amaia nos hablaba del ecodiseño como un proceso global en el proyecto arquitectónico; ilustraba este proceso con uno de sus edificios, el Jardín de Infancia Sant Pere Pescador.


Este edificio de carácter modesto, que tiene varios reconocimientos como obra construida, fue desde su concepción ecodiseñado: al principio por voluntad del estudio, que demostraron a lo largo del proceso constructivo las ventajas que esto suponía. Luego, en el momento de habitar, fue cuando los docentes comenzaron a convencerse de lo beneficioso de vivir en un edificio así y a día de hoy su implicación es tal que hacen que el proceso continue, pues se encargan de educar a los niños en esta filosofía de cuidar el planeta.


El Jardín de Infancia con una eficiencia energética A, se ubica en un clima Mediterraneo frío. Se trata de un edificio modular compacto y flexible, que puede ampliarse adosando más módulos en el futuro. Para Abar Arquitectos este fue el factor decisivo que les hizo desarrollar el proyecto. Concibieron un edificio de una sola planta, cerrada al norte y abierta al sur, el cual colmaban de medidas pasivas para ahorrar energía. Tras elegir la orientación más adecuada buscaron la compacidad con colchones térmicos a norte y la sombra mediante un toldo, que funcionaba como un "arbol artificial", protegiendo de la luz en verano pero no en invierno. Además, añadieron una cubierta ajardinada, con aislamiento de corcho, un material de proximidad que contribuía al ahorro por desplazamientos. Durante el proceso constructivo buscaron tanto un alto porcentaje de construcción en seco como la eliminación de puentes térmicos, todo en aras de mejorar la eficiencia del edificio.
Incorporaron algunas medidas activas: añadieron mecanismos de agua y luz eficientes. En cuanto a las instalaciones, incorporaron una bomba de calor geotermica que alimenta el sistema de calefacción, un suelo radiante a baja temperatura y el sistema de refrigeración mediante fan-coils.
Como en todo diseño, a pesar de ser una A, este jardín de infancia tiene algunos inconvenientes. Los propios arquitectos afirman que si lo volviesen a repetir, cuidarían mucho más las estaciones intermedias: primavera y otoño.


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